Capítulo 4

27.02.2015 01:58

 

LA CONVERSACIÓN

Palo borracho

 

Mis estimados valientes, llegados a este punto, a no agrandar que …  la guerra todavía no ha sido ganada.

Aunque en nuestro más íntimo orgullo pensemos que este momento, el tiempo en que la puerta gigante y pesada finalmente se abre para librarnos el camino en nuestra búsqueda y llegada a la dulce doncella, sea la oportunidad de exponer nuestro arsenal de atributos y hacer la gran auto presentación... bang! Error! Error! y nuevamente Error!

No somos los protagonistas del encuentro, y no hay que olvidar quién es el personaje agasajado... ejem, ejem... ELLA. Así que olvídense de su cómico favorito (en mi caso, Olmedo por ejemplo) y del monólogo ocurrente, mordaz y gracioso que la deje impactada, riendo a carcajadas, como si hubiera ido a un teatro stand-up de la Avenida Corrientes. Lo más probable es que termine riéndose sólo de sus propios chistes, tan practicados frente al espejo.

Pues así, tenemos dos noticias, una buena y una mala: ¿La mala? Hay que escucharla, seguirla, atenderla, y además, entenderla! No podemos subirnos a un tren sin boleto, porque a mitad de camino nos tirarán del vagón y quedaremos en pampa y la vía. ¿La buena? Podremos dejar que ella sea quien se esfuerce en exponer sus atributos, cualidades y don de la palabra, mientras nosotros podemos esparcirnos, cada tanto y sin abusar, en otros pensamientos pertinentes a la ocasión (pensar algún chiste a tono para colar en su discurso, rebuscar en nuestro archivo algún dato o anécdota que aumente el nivel de empatía con la señorita en cuestión, o preparar mentalmente esa frase matadora que soltaremos cuando llegue el momento del silencio... prohibido distraerse con las imágenes que su agraciado escote pueda sugerir o fantasear con su piel al desnudo)

Amigos, esto no es una cuestión de conquista o mera seducción: es pura ciencia! Estudios serios del tema han comprobado que las mujeres utilizan unas 20 mil palabras al día en promedio, mientras que el hombre sólo usa 7 mil... es decir, ellas nos superan hasta 3 veces más que nosotros y ¡viva la diferencia!

En general, ellas son más estructuradas que nosotros, pero tarde o temprano estaremos sentados frente a una hermosa dama, y tendremos la responsabilidad de aportar, aunque poco, una parte de la conversación. No basta con gestos de aprobación ante cada frase, un “ujumm” como diciendo “qué interesante” o “estoy tan de acuerdo contigo!” o largar una sonrisa cuando hay una pausa, como si eso representara la mejor respuesta a su último comentario. Los verdaderos ganadores son aquellos que consiguen que la mujer hable de ella misma, sí amigos, una vez que ellas empiezan pueden continuar indefinidamente! sobre todo en presencia de un buen oyente.

Así ganaremos su confianza (“este tipo sí que tiene interés en conocerme y no sólo meterme en la cama!”), sino que además avanzaremos medio terreno sin que ella se dé cuenta... No me malinterpreten! Es una estrategia sutil pero con fines honrosos: ella bajará la guardia y empezará a actuar más espontáneamente, lo que ayudará a romper el hielo y que ambos se sientan cómodos, y por otro lado, no sobre analizará cada comentario nuestro para llegar a la conclusión de que lo único que queremos es llevarla a la cama!

EJEMPLO

ÉL: ¿En serio te gusta el cine de ciencia ficción? ¿Cuáles son tus preferidas?

Ella: Me gustan mucho los clásicos, tipo las de Kubrick, y algunas series ochentonas... tipo “V. Invasión extraterrestre” o “La dimensión desconocida”...

ÉL (interrumpe): NOOO, no me lo puedo creer! En casa tengo toda la colección, la compré por Amazon.com  están bárbaras porque en los DVD vienen materiales inéditos... imperdible! Además, de esa época ya no se consiguen por ningún lado.

Ella (piensa en silencio, mientras lo mira con cara de póker y en un microsegundo): “Este tipo es idiota.. ¿Se piensa que voy a ir a su casa esta noche, con la excusa de conocer su LCD de 40 pulgadas y la colección completa del Planeta de los Simios? ¡Qué tarado! No salgo más, me termino el trago y me rajo...seguro que alcanzo a las chicas antes de que se vayan a la disco y me la paso bomba con ellas... ¡son todos iguales!”

¡Botón de STOP y REWIND por favor!

De forma que, si bien, el gran fantasma y paralizante “¿de qué vamos a hablar?” quedan totalmente desvanecidos, acá van algunos tips para alzar la frente y que podamos seguir de pie para la siguiente batalla.

Elementos importantes para tener en cuenta en la conversación, algo así como los condimentos para un buen guiso. Estos son:

●        sentido del humor

●        saber escuchar

●        saber preguntar

●        evitar temas tediosos o que puedan tensar el momento. Como decían las abuelas “en la mesa no se habla de política ni de religión”.

●        ¿por qué? Es un interrogante clave para comprender a esa mujer y que ella sienta que hay interés real. ¿Por qué eligió la carrera? ¿Por qué viajó a Perú en sus últimas vacaciones? ¿Por qué sus padres le pusieron un nombre tan lindo?

 

Los temas que podemos tocar:

●        Temas laborales: sólo tocar los puntos estimulantes y/o motivantes.

●        Familia: anécdotas divertidas o lo bien que lo pasas con tu sobrino de 2 años. No viene al caso sacar los trapitos al sol, sobre todo de aquellos puntos que realmente nos irritan y solo dejarán una imagen de hombre perturbado.

●        Viajes: sin alardear, la mujer valora a un hombre culto y con cierto mundo. Al hombre que es curioso, en un buen sentido, y se anima a vivir… sólo o en compañía. Las mujeres también quieren a una persona independiente que no siempre esté esperando que la comida esté hecha cuando llegue a casa….

Experiencias de viajes, anécdotas, lugares que te encantaron, o situaciones que viviste, comidas que te sorprendieron (y que no sea justamente el tamaño de la hamburguesa del McDonald’s en Miami).

Si nos has tenido chance de viajar más allá de la Gral. Paz o de los confines del territorio nacional –aunque los rincones del interior del país tienen mucho para decir también- puede ser un buen punto de proyección hablar de los viajes con los que sueñas, los lugares que deseas conocer porque te intriga su historia, su gente, su cultura o su geografía. No importa el motivo, un hombre con aspiraciones –no sólo monetarias- forma parte del “ideal” de príncipe y compañero de aventuras. Demostrar que no sólo es una ilusión, sino que hay verdadera predisposición en caso que la oportunidad se dé: tiempo, dinero y, por qué no, coincidir con alguien que tenga los mismo intereses…

●        Cine. Cine y no televisión… el último capítulo de Los Simpsons puede habernos hecho reír hasta hacer despertar al vecino de al lado, pero quizás no de demasiado hilo para continuar la conversación, especialmente si ella no es muy fan de la serie.

En este punto hay que intentar ser lo más franco posible, sin cometer sincericidio al punto de que ella piense “con este gil no voy ni a la boletería”. La mujer quiere ilusionarse, quiere proyectar, quiere pensar que vivirá un romance eterno y perfecto…. démosle alguna esperanza de que pueda ser así!

Para no quemarnos, mejor indagar el campo y preguntar perogrulladas como “¿fuiste al cine últimamente? ¿Qué viste? ¿Te gustó? Aah… te gusta el cine alemán?, las películas de Jim Carrey?”.. En alguna respuesta tenemos que coincidir! Algo así como “a mí también! Sí, es fantástica la última que sacó! Tengo muchas ganas de ir a ver alguna del próximo festival”, etc.

Tampoco vale la pena crear falsas expectativas. A la primera que empieces a babear sobre su hombro y ronques a los 20 minutos del inicio de la sesión, ella sentirá que eres un aprendiz con mayúsculas y empezará a mirar al resto de los hombres de la sala que siguen despiertos.

 

●        Las amistades. “Dime con quién andas, y te diré quién eres”. La amistad es una de las columnas centrales, sino la única, de apoyo de su gran mundo, al estilo de un edificio griego. Para ella sus amigas –excepcionalmente sus amigos- son sus hermanas kármicas y las guías espirituales y materiales en sus siete vidas: la emocional, la intelectual, la familiar, la profesional, la social, la de consumidora y como no, la sentimental. Es importante escuchar lo que nos cuenten acerca de ellas, cómo las ven, qué admiran o detestan, qué envidian y desean de sus pares. Desde cuándo se conocen y cuántas vacaciones y corazones rotos han compartido.

Pensemos que si la relación avanza, algún día también tendremos que conocerlas y mejor haber analizado al enemigo antes de que estalle la guerra.

Por nuestra parte, y para ser sinceros, los hombres tenemos amigos como cantidad de cervezas que hayamos bebido esa noche… o según del lado de la cancha que estemos gritando.

Las mujeres pueden comprender esa parte de las relaciones masculinas, pero también valoran a los verdaderos, a los que estuvieron y están y por más que se saluden con un “che, pelotudo!” son los que nos conocen desde la secundaria o la universidad, con los que hemos compartido las ganadas y también las perdidas, y saben de nuestras flojeras aunque no tengamos necesidad de hablar de ellas.

La mujer se queda más tranquila pensando que el día de mañana puede hacer planes con sus amigas y vos tendrás algún grupo para acompañarlas –y no dejarla en ridículo- o con quien puedas tener tu noche de machos.

- las EX!!!

Cualquiera sea la excusa, motivo o razón, no hay posibilidad alguna de que Ud. en la primera cita hable y/o mencione a una ex: ni a la primera, ni a la última, a ninguna!!!

Si tiene que nombrarla o mencionarla será casi inevitable que sus palabras o formas de expresión denoten algún segundo mensaje, sea despecho, ira o ganas de pedir un nuevo trago, esta vez con ración doble de alcohol... no se exponga!

La única manera de llegar a este tema será -sí y solo sí- ella pregunta en forma directa y contundente: “¿y a vos qué te pasa con las mujeres?”.... sutil manera de descartar que usted no sea homosexual, tiene graves problemas de adicción, de salud mental o la incapacidad  de dejar la casa de sus padres.

La verdad es que las mujeres quieren saber TODO de todo, y sobre todo, de uno.. Que está ahí, tratando de recibir un miserable besito... si ella pudiera, y sólo para empezar, le pediría que asista con su historia clínica completa, los boletines del primario y secundario, la fotocopia del diploma autentificado por escribano, una carta de recomendación de su jefe actual, y los nombres de todas sus ex para luego googlearlas y mirar sus perfiles en Facebook. Luego vendrían las fotos familiares, de las vacaciones, la lista de hobbies y/o deportes que practica, si todavía depende de su madre para tener comida en la heladera, las camisas planchadas, la ropa de fuera de temporada guardada con antipolillas, consultar sobre qué hacer en caso de resfrío, sacar a pasear al perro o todas las anteriores juntas.

En esencia se trata de lograr una charla intrascendente de nuestra parte, dejándole el protagonismo a ella, no se imaginan cuantos hombres se las arreglan de este modo, logrando la simpatía de todos, hasta se los llega a creer inteligentes!!, con este sencillo recurso de abstenerse de hablar desmedidamente y pronunciar solo sonidos agradables como “Que bien”, “por supuesto”, “Maravilloso”.

PAUSAS.... aprovechar la oportunidad - perder miedo a las pausas, los silencios, no aterrorizarse por 5 segundos de silencio.

En toda conversación, incluso en las mas ávidas existen recesos, qué hacer con las pausas y los silencios, hay que sacar ventaja de estos y disfrutarlos, una pausa en la conversación puede ser romántica. Mírela a los ojos dulcemente, sonríale, aproveche si tiene la oportunidad y acaríciele la mano, por ahora el dorso y no la palma!, la oportunidad de acariciarle la mano está dada por ciertos indicios, si ella también lo mira, si también le sonríe, o si ella le tomo la suya!!. Si no atendemos a estos detalles, puede que al rozar su piel ella se espante y caiga de la silla.

Podemos aprovechar para decir con voz romántica, alguna frase que hemos preparado previamente “Tenes los labios más lindos que he conocido”, “Me encandila la luz que tiene tu mirada”, tiene que parecer que es algo que pensamos (e improvisamos), sentimos y decimos en ese momento.

Nunca diga “Cada cuantos meses vas al dentista?”, “crees en el punto G?”; no cuente un chiste, y mucho menos alguna anécdota del tipo “Una vez salí con una mujer y me pego sífilis”, sonría pero no se ría como payaso, y vuelva a elogiarla. Sea inteligente y no pida la cuenta en el primer silencio.

Lea los diarios antes de salir, infórmese, así tendrá algunos temas que explotar. Tenga en cuenta que las mujeres suelen ser el sexo más espiritual, y tienden a creer en temas que  son a veces insensatas para nosotros, machos racionales; la mujer que está con nosotros, seguramente creerá en alguna de estas cosas o en todas:

- La astrología

- La reencarnación

- Seres de otro planeta

- Fenómenos paranormales

- Dios

-varios dioses

- Yoga

- Meditación

Muchas veces, nuestra inexperiencia, nos lleva a abordar estos temas, sin  contemplar las creencias de ellas y creemos erróneamente que si  exponemos todos nuestros argumentos lógicos para refutar o rebatirlos, ella nos vera más interesantes e inteligentes, ERROR, si lo hacemos ella nos odiara inmediatamente! por el contrario, debemos sacar provecho de esto, como? si ella cree en la astrología preguntarle con tono pícaro “que decía tu horóscopo de nosotros?, porque el mío me vaticino una semana con grandes momentos...estoy seguro que este es uno de ellos”. Es así, por más cínico que parezca, debemos ser sutiles, seremos pragmáticos y aprobaremos todas sus creencias, sin atender a nuestros pensamientos, nuestra prioridad es seguir avanzando con esta mujer, por lo que solo seremos eficaces si nos mostramos interesados y abiertos a estos temas.

Por último, aunque no menos importante, trate de indagar pero sin interrogarla o apremiarla. No le cuente de los éxitos que ha tenido con otras mujeres, para demostrar lo hábil que ha sido, solo conseguirá parecer un pedante. No fanfarronee. No se muestre despectivo hacia ninguna mujer, ya que todas mantienen un lazo fraterno y aunque compitan entre sí, también se defienden.