Capitulo 1

13.09.2013 11:57

PRIMEROS AUXILIOS

No salir de casa sin llaves, dinero, documentos y un completo botiquín de primeros auxilios.

Los hombres no sabemos de qué forma desenvolvernos al encontrarnos cerca o frente de una mujer que nos atrae, nos ponemos más inquietos que mono en celo y como tal hacemos cualquier cosa por llamar su atención. Queremos parecer más interesantes que el Zorro en plena acción, y decimos frases inteligentes que leímos en algún grafiti o email cadena que nos llegó en la semana, que no comprendemos, ni recordamos bien, por ende, reproducimos mal. Nos sudan las manos, contamos hasta cien antes de hablarle directamente, y siempre, nos decidimos cuando algún colega ya la abordó, a modo de excusa para con nosotros mismos, para no asumir nuestra cobardía.

No está mal sentirnos de esa forma, lo malo es quedarnos estáticos y no tratar de afrontar el desafío de arremeter a esa bella mujer, debemos vencer la parálisis y dar el primer paso, sin vaticinar pronóstico alguno. Los resultados llegarán sólo después de habernos esforzado cientos de veces, de manera que cada vez seremos más prácticos y luego eficientes.

Como no hay reglas establecidas y lo concreto es que no habrá que repetir todas las veces el mismo método, por ejemplo: en una oportunidad le dije un piropo a una mujer: “solo soy un barco lleno de pasión y deseo, que busca en tu cuerpo un puerto, y amarrarse a él para afrontar cualquier tempestad…”; para mi sorpresa ella me regalo una sonrisa y comenzamos a relacionarnos íntimamente, me dije “esto del barco es infalible”, de ahí en adelante a todas les decía lo mismo y no volvió a funcionar jamás, en ninguna de las 78 veces que lo intente, de hecho casi 20 años después, en mi pueblo, las mujeres dicen “ahí viene el del barco”, “ese es el del barco”, cada vez que me ven.

En este cometido existen más tácticas y estrategias que en el futbol, no hay método científico, por eso los hombres que incansablemente intentamos lograr un buen resultado debemos estar muy bien preparados, entregarnos por entero a esta tarea, ser o parecer un poco inteligentes, tener una pizca de humor, ser caballeros sin mostrarnos cursi, respetuosos con ellas, etc.

Las mujeres han evolucionado mucho más que nosotros, por lo que tenemos que tener alguna de las virtudes anteriores, no quieren besar a un ser vil y tonto, no se acuestan con quien habla mal de su género, o con quien piensa que la Capital de Argentina es Bariloche  (por cierto no lo es).

 Si se detienen un segundo en las virtudes, no hablé de ser adinerado, bello, o cuestiones de tamaño; la mujer, si bien aprecia la buena apariencia, esta no suele ser la principal atracción, sino la mayoría de nosotros quedaríamos fuera del juego. Cuantas veces vemos a una mujer hermosa de la mano con algún hombre que está muy por debajo de los estándares de belleza que socialmente creamos, y nos preguntamos ¿Qué le vio a ese tipo? Ellas tienen un sexto sentido y descubren cualquier sutileza, perciben nuestro interés con solo vernos, lo que la ayuda a decidir es el empeño e interés que demostramos, el esfuerzo que realizamos y nuestro proceder. Ellas suelen ser conscientes de que maquillamos nuestras palabras y nuestras acciones, incluso suelen aceptar calladamente alguna mentira, en tanto demostremos que valemos la pena, que podemos brindarles algún momento de felicidad. Este texto no intenta ser un instructivo para que los hombres engañen descaradamente e intenten de todo para lograr solo un encuentro sexual, a menos que ellas así lo deseen, estas letras solo intentan nutrir de algunos argumentos a quienes nos hace falta una ayudita, con el fin de poder acercarnos y emitir alguna palabra delante de  cualquier mujer que nos interese, facilitar de algún modo la tarea, el proceso de acercamiento, vencer los temores, dejar de lado los complejos y por sobre todo, lograr una primera cita y llegar a la segunda.

FEELING

O como dicen ahora, hay que tener piel, pegar onda, no es más que una atracción mutua, necesaria; visible para muchas mujeres y pocos hombres, nos encontramos cerca de una mujer que nos atrae y nuestro cuerpo emite señales inequívocas, transpiramos, nos quedamos inmóviles, perdemos toda coherencia en nuestro relato, se nos mezclan las ideas, nos cuesta dejar de mirarla. Mientras que a ella solo se le ruborizan levemente las mejillas, parpadea ligeramente al vernos mirarla, se acomoda el cabello, se toca el cuello, en definitiva, los hombres emitimos señales mucho más claras y precisas. Pero ellas, aunque más sutiles, también las emiten, solo que en momentos como esos nos cuesta darnos cuenta.

Por lo general la mujer capta nuestros mensajes corporales, y por más que no sienta interés en nosotros, se sentirá halagada por los mismos. En nuestra mirada tiene que haber confianza, aunque no en exceso, hay que convencerse que tenemos algo bueno para entregarle a esa mujer, de modo que el primer acto de un experto conquistador, es tratar de descubrir cuáles son las necesidades de esa mujer, y convencerse uno primero de tener las cualidades y capacidades suficientes para complacerla, sin tratar de convertirnos en algo que no somos, ya que en algún momento ella lo notara y estaremos perdidos, obviamente, antes tendremos que lograr conversar con ella, tarea complicada, aunque no imposible. Tenemos que tener en cuenta el entorno, el momento, si está sola, etc. Luego lo más difícil, transmitirle a ella que tenemos la sensibilidad para descubrir lo que le falta, para después darle la seguridad que podemos colmarla. Si es la primera vez que la vemos, es recomendable no atacar de una, primero debemos hacerle muchas preguntas y estar atentos a sus respuestas, indagar y recoger información es elemental, sin parecer entrometido, con nuestras preguntas tendremos que descubrir que es lo que ha pasado en la vida de esa mujer hasta el momento, desengaños amorosos, fallas de su anterior pareja, expectativas, gustos, todo aquello que nos permita armar un perfil certero, para luego poder desplegar alguna de las virtudes que poseemos, las que puedan sorprenderla y transformarnos en un ser interesante. Esto es lo que muchos llaman “generar empatía”, es recomendable no fijar la mirada en su cola o busto, solo demostraremos ser animales excitados y lo que es peor perderemos la posibilidad de descubrir cómo nos mira, ya que una mirada a los ojos nos puede entregar muchas señales y respuestas; además debemos tener buen aliento, nadie quiere hablar con alguien que lleva un perro muerto dentro de su boca; las uñas cortas y limpias; los bellos de la nariz dentro de la misma; son escasas las manifestaciones masculinas que impactan a la mujer, por lo que deberemos ayudarnos con nuestro aseo y presentación. No tendremos muchas chances con la misma mujer, quizás solo una, aprovechémosla al máximo entonces.

¿DONDE ESTAN LAS MUJERES?

Se calcula que la mitad de la población mundial es de sexo femenino, así que si decimos o creemos que nunca las encontramos, o bien es porque estamos ciegos, o estamos desviando nuestro enfoque al sanitario de caballeros; si de conocerlas se trata, los mejores sitios son aquellos donde no hay apuros para lograr resultados, donde no necesitaremos hablar de temas que no comprendemos, ni dar discursos ingeniosos. Lugar de trabajo, universidad o lugares de formación académica, clases de Pilates, yoga, gimnasio…Y si están muy desesperados, no está de más asistir a alguna reunión de Avon o TupperWeare! Lo principal es hallarla y lograr tener un punto de interés común, una pequeña punta de lanza, algo que nos permita luego desarrollar un contacto fluido con ella,(desarrollar si hay interés evidente) después una cosa lleva a la otra casi automáticamente. Debemos convertir la vida cotidiana en un conjunto de posibilidades para conocer mujeres.

Está claro que si uno tiene la autoestima en buen nivel, confianza, buena apariencia, y habilidades orales (para conversar!!) y no le preocupa demasiado la competencia que se genera entre otros astutos conquistadores, se puede conocer también a una interesante mujer, en bares, fiestas, incluso boliches, aunque estos últimos están excluidos si uno depende mucho mas de la charla que del aspecto, si solo podemos lograr algún resultado positivo a través de nuestro dialogo, ya que físicamente estamos más del lado de los promotores del tren fantasma que de los modelos de revista, y  la mayoría de las mujeres nos evitaría. El sonido extremo dentro de un boliche no nos dejaría chance alguna de conquistar con nuestras palabras, una de las cosas menos románticas y eróticas, gritarle al oído a la mujer y que ella aleje su cara, y frunciendo el entrecejo, nos grite: “¿Qué?”.

Si por el contrario somos demasiados tímidos, y necesitamos más tiempo cerca de una mujer para poder expresarnos, hay lugares más apropiados en los cuales podemos conocer mujeres de nuestro agrado, y por sobre todo, llegar a agradarles!

En el trabajo, en la Universidad, en un gimnasio, en un cumpleaños, en un casamiento. En un hospital, en cursos de bordado, publicando un anuncio del corazón en el diario…En un convento. La forma de encararla dependerá de cuál sea la situación y el lugar donde nos encontremos.

También podemos entrar a una tienda de lencería y fingir querer hacer un regalo intimo sin dar detalles de quien será la agraciada, lo mismo en una perfumería; en la calle, en este caso sería de mucha utilidad pedirle prestado un hermoso cachorrito a algún amigo y pasearlo, nos ayudaría a no pasar tan desapercibidos. Conseguir el número de teléfono a través de un amigo o de cualquier otra forma y llamarla, si hacemos esto, no podemos dudar y debemos ser precisos, directos y concretos, que sienta que del otro lado de la línea hay un hombre seguro de sí mismo, con el deseo claro de salir con ella, nada de vueltas ni enrollo.

Podría enunciar cientos de lugares propicios para hallar a la mujer que estamos buscando pero me quedaría sin tinta! También podemos pedir colaboración a una hermana, prima o amiga, ya que seguramente ellas conocen a muchas más mujeres que nosotros, y les es más fácil entablar una conversación amena, para luego incorporarnos en la conversación, una vez roto el hielo, está en nuestras manos triunfar o fracasar. Mostremos siempre una actitud optimista, alegre, ya que una buena actitud es casi tan importante como la buena apariencia, a no desesperar ni desanimarse, mujeres hay muchas más de las que creemos, empecemos por intentarlo y llegaremos a buen puerto en poco tiempo.

PRIMER ESCALON

Demos por resuelto que ya hemos hallado una mujer con la cual tenemos interés en común, y algo de atracción, llegamos al momento donde debemos dar la patada inicial, esto no es literal, solo un término futbolero, así que por favor no intenten patearle los tobillos!!, es dar el primer paso, lograr la primera salida juntos. Con el miedo al rechazo dando vueltas por nuestro cuerpo, se hace muy difícil, ya que no propondríamos, solo mostraríamos dudas en nuestro intento, por eso debemos vencer el temor al “NO”, que es algo con lo cual muchos de nosotros estamos acostumbrados a vivir, es una tarea bastante difícil. Tantas veces hemos recibido una respuesta burlona y contundente, que nuestro ego se ha ido lastimando poco a poco, entonces a tratar de cambiar la fragilidad de nuestra piel de hipopótamo, por una rustica piel de rinoceronte, en otras palabras hay que curtirse con las malas experiencias o respuestas negativas, “ni loca salgo con vos”, “¿con esa cara?”, “no me molestes”, “Salí de mi vista”, luego de escuchar estas frases con mucha frecuencia desarrollamos naturalmente una dura capa que nos protege ante el rechazo, por lo cual ya no tiene que afectarnos, sino todo lo contrario, hacernos perseverantes hasta lograr el éxito.

Como bien dijo alguien… O lo digo yo ahora, la practica hace al maestro, y no es en solitario, frente a un espejo o hablándole a nuestra muñeca inflable, perdón si no lo confesé antes, pero tengo una de ellas en el placar. La práctica es ante una mujer de verdad, alguien que nos interesa y nos revuelve los nervios, cuando fuimos rechazados varias veces y como enuncie antes, uno adquiere inmunidad, el rechazo será algo natural y pasajero, si aun así lo intentamos sin cansarnos, de tanto en tanto tendremos suerte y alguien nos dirá “SI”, o “TAL VEZ”; llevemos esto al campo matemático, a mayor cantidad de intentos, mayores probabilidades de éxito, por lo tanto, si obtenemos un 5 por ciento de eficacia, cada 100 veces, si logramos sobreponernos a los 95 “NO” , nos encontraremos con el hermoso resultado de 5 “SI”, a no descansar y buscar incansablemente ese 5 por ciento. Muchos de nosotros hemos desistido y caído derrotados después de 8 o 9 rechazos, pero piensen que esto 5 por ciento es una en 20, no debemos esperar hasta el primer centenar de burlones “NO”, y quizás en la quinta vez, o con perseverancia en la decima, encontramos un “SI”, esta ecuación matemática no es igual para todos, no es una regla universal. Algunos pueden obtener resultados positivos al primer intento, otros quizás debamos tener paciencia y constancia, depende de nosotros aprendices de devoradores de mujeres!!

Ubiquémonos geográficamente en la calle, bueno en la vereda o en alguna plaza, por supuesto concurrida por mujeres, de suma utilidad es un pequeño cachorro, peludito y juguetón, a las mujeres les encantan los cachorros, a veces preguntan “¿Lo puedo acariciar?” nuestra respuesta tendrá que ser “Claro, y también podes acariciar al perro si te gusta” esto siempre simpáticamente, sin resultar ser grosero, la mayoría de las veces ella se agachara a tocar nuestra mascota, por lo que seguiremos utilizando este recurso, por ejemplo, cuando ella le hable, responderemos por él, como ventrílocuos, con frases lindas “Hola hermosa”, “Que suaves tus caricias” y seguir así, preguntarle si en algún momento llegara nuestro turno de recibir su afecto, “Sigo yo?”, estos son ejemplos perfectamente reemplazables por contenidos más originales, ya que cuanto más original sea nuestro mensaje, mejor impacto lograra en ella. Nunca preguntemos, después de que ella estuvo 20 minutos jugando con nuestra mascota, “¿te gustan los perros?” esto es una obviedad y es imperdonable, pensemos un poquito y ataquemos, hablemos de la raza del animal, preguntemos si tiene mascota, digámosle bromeando, que tanto el perro como el dueño necesitan afecto, que están carentes de cariño, que les gustaría pasearlo sin la correa para que sea más libre pero no lo quiere descuidar, que liberen a Willy!! Cualquier cosa, menos obviedades.

Otra opción, un teléfono celular, le pedimos que nos tome una foto con nuestro teléfono, para esto es elemental contar con un teléfono con cámara!, decimos mientras tanto “De frente no salgo muy bien”, “Soy un raro caso, mi perfil bueno es igual al perfil malo”, después y pidiendo permiso en el mismo instante, tomarle una foto a ella, diciendo “ Es para tener un hermoso fondo de pantalla”, “Tengo miedo que mis ojos no puedan retener tanta hermosura”, “Pasame tu mail y te la envío”; para todo esto hace falta una buena dosis de sentido del humor, ya que a ellas les agradan los hombres que lo tienen y sutilmente juegan con eso. Si todo marcha bien, si le arrancamos una linda sonrisa con cada frase o con algunas, le podemos pedir que agende su número en nuestro celular, previo a esto ya habremos puesto su foto en la pantalla y obviamente colocado el teléfono en su mano!!.

Más tarde, y pasada la barrera inicial, tendremos que improvisar, tratando de mantener nuestro humor y originalidad, ya que aunque el comienzo puede estar ensayado y memorizado, no sabemos hacia donde ira la conversación. Debemos prepararnos para lo que sigue a las primeras palabras, pero tranquilos, si llegamos a este punto seguramente es porque ambos se sienten cómodos o con algún interés, por lo que la tarea es más sencilla. Mas si uno mismo confía en que le interesa a esa mujer, ya hablamos antes de las señales que mujeres y  hombres emitimos cuando alguien nos gusta, por lo general ellas coquetean con nosotros, nos observan, otras nos hablan y unas pocas nos besan directamente, en este caso no tendríamos que esforzarnos en la conversación posterior, así que si esto ocurre, no preguntemos “¿de qué signo sos?” vamos directo a lo que sigue, a lo que ella desea, y a juzgar por su acción, su deseo esta en Ud. mi buen amigo y colega.

De todas formas agradezcan al Dios al que le rezan, porque la mayoría de los hombres comunes y corrientes como nosotros, tenemos cosas que atraen a muchas mujeres, algo que hasta ahora creíamos imposible, así es mis amigos del club de los menos apuestos!, en algún sitio se encuentra una mujer esperando nuestra llegada, con esta cara, con esta timidez, siempre hay alguien esperando y dispuesta a aceptarnos.

Un ejercicio que hago y propongo, cuando una mujer me interesa y quiero saber si ella está con las mismas intenciones, primero establezco contacto visual, luego me alejo y me escondo de su visión, resguardando la posibilidad de poder observarla, así descubro si ella vuelve la vista hacia donde yo estaba y al no verme me busca con sus ojos, si esto sucede, ya tengo medio partido ganado, el resto depende de la estrategia y la forma de abordarla, un dialogo informal, tratar de cruzarme en su camino y sonreírle, convidarle un chocolate (es muy importante para esto, tener un chocolate encima!), pensar y decir una frase halagadora, que requiera de una respuesta o al menos de una sonrisa cómplice “Sos una mujer hermosa, pero veo un poco de tristeza en tus ojos, puedo intentar algo?”; “No sé bailar, pero me encantaría sostenerte mientras te lucís”; “y vos...¿que estas soñando?”.

Nunca digamos algo como “Te vi como me mirabas”; “¿Me estabas esperando?”, nada que nos muestre soberbios ante la situación. Roto el hielo, hay que conseguir que ella comience a hablar, un buen método es tratar de interponer nuestro pie, con discreción, debajo de su línea de pisada, motivo por el cual, como mínimo recibiremos una disculpa e intentaremos administrarla de la mejor forma.

Si la táctica de la mirada no funciona, probablemente es porque ella no se percató de mi presencia o no llevaba los lentes puestos. Me voy del lugar con el orgullo dolido, pero la frente alta, eso sí, me como el chocolate que compre por si acaso.

Tengamos en cuenta que cuanto más linda sea la mujer que elijamos, en contra de lo que todos suponemos, esa mujer no recibe demasiados  elogios ni abordajes, ya que todos creemos que esta fuera de nuestro alcance y que siempre alguien le dice algo, esto es totalmente opuesto, así que no te dejes  intimidar por la belleza ni la sensualidad.

Cada mujer conoce sus puntos débiles, como así también sus atributos, lo que debemos hacer es descubrirlos y comentarlos, si encontramos lo que es especial en ella, reconocerá nuestra sensibilidad e inteligencia, dos componentes esenciales para lograr interesarle, más un poco de encanto y sinceridad.

También recordemos que a una buena parte de la población femenina les atrae el rebelde, el aseado pero desalineado, el pícaro, según expertos, esto es así porque se revelan ante los estereotipos que la sociedad impone, para llevar la contra a sus padres, o simplemente porque su instinto maternal las empuja a querer corregir a ese descarrilado hombre, así que si somos de este tipo de hombres, no compremos traje y corbata, como somos nos querrán; de todas formas, no finjamos ser algo que no somos, las mujeres detectan la mentira a metros de distancia.